Época Mediaval
Época Medieval
Desde
el siglo V y hasta el XV, entre la caída del imperio romano en el año 476 y el
descubrimiento de América en 1492, el mundo vivió en la Edad Media, tal
como se llama ese periodo de la civilización occidental.
Este
periodo también tiene un correlato filosófico: la filosofía medieval, que
centró sus análisis en la economía feudal, las teocracias (cristianas e
islámicas), los estamentos medievales, la libertad del hombre y los límites de
la razón.
San Agustín de Hipona
(Aurelius
Augustinus o Aurelio Agustín de Hipona; Tagaste, hoy Suq Ahras, actual Argelia,
354 - Hipona, id., 430) Teólogo latino, una de las máximas figuras de la
historia del pensamiento cristiano. Excelentes pintores han ilustrado la vida
de San Agustín recurriendo a una escena apócrifa que no por serlo resume y
simboliza con menos acierto la insaciable curiosidad y la constante búsqueda de
la verdad que caracterizaron al santo africano.
Año:
354 - 430
Corriente
filosófica: Escolástica o Escolasticismo
Pensamiento filosófico
El pensamiento filosófico de
San Agustín de Hipona está influenciado por la filosofía Platónica,
la cual tiene mucha presencia en su filosofía cristiana.
Según San Agustín, el
hombre tiende a la felicidad por naturaleza y solo puede conseguirla a través
de Dios, para ser feliz necesita de la razón y la fe, así como de su
inteligencia y su voluntad.
El hombre para San Agustín
está compuesto por el cuerpo y el alma. El cuerpo está formado por los cuatro
elementos y el alma está dotada de la memoria, el apetito y las facultades
cognoscitivas. Asimismo, el hombre juega un papel importante en
la historia creada por Dios en la cual se da una lucha constante
entre la ciudad terrenal, generada del amor egoísta y la ciudad eterna fundada
con la caridad cristiana. Según San Agustín, esta lucha la ganará al final la
ciudad de Dios.
Aportes
Las obras de San Agustín
fueron de gran importancia en toda la Edad Media y en la Era Moderna, sobre
todo en las áreas filosóficas y las teológicas.
En la actualidad se estudian
y discuten a profundidad las obras de San Agustín en muchas escuelas de
filosofía y teología del mundo por su riqueza en contenido y su forma de
comprender y explicar el hombre, Dios y la naturaleza de muchas cosas.
San Anselmo de Canterbury
(San
Anselmo de Canterbury o de Aosta; Aosta, 1033 - Canterbury, 1109) Teólogo y
doctor de la Iglesia católica. Fue abad en el monasterio benedictino de Santa
María de Bec (Normandía), en el que había ingresado en 1060, y arzobispo de
Canterbury desde 1093. Como arzobispo intentó sustraer de la influencia regia
las elecciones episcopales y preservar la independencia de la Iglesia, lo que
le valió el destierro en dos ocasiones.
Año:
1033 - 1109
Corriente
filosófica: Escolástica o Escolasticismo
Pensamiento filosófico
La vida de Canterbury fue
dedicada a la demostración irrefutable de la existencia de Dios. En su obra
“Proslogium” dejó su famoso argumento, conocido como el argumento ontológico,
en el que decía que:
Si nos ponemos a pensar en
la cosa más grande, es decir lo más perfecto que pudiera pensarse, nos viene a
la cabeza Dios. Siendo este el máximo representante de la perfección.
Por otro lado, debido a esto
anterior Dios debe existir en la mente ya que se puede pensar en él, y si
pudiese además existir fuera de la mente sería aún más grandioso. Según él si
tenemos dos objetos, uno que existe y otro que no, es supuestamente lógico
suponer que el que existe es más perfecto que el que no. La existencia la
atribuimos a la perfección. Aún así, si analizamos la afirmación parece
gratuita y da a pensar que la perfección es ambigua si consideramos a los
griegos como perfectos por estar acabados y no carecer de nada o que no pueden
sufrir más actualizaciones. Con esto algo que no existe es perfecto e incluso
mas que lo existente.
Reflexiones
sobre el lenguaje
Las reflexiones del lenguaje
que realiza Anselmo son debidas a la distinción de Aristóteles. De esta manera
se pueden ver en su pensamiento dos formas diferentes de lenguaje.
Por una parte, el lenguaje
interior que es el que la mente usa para reflexionar, y por otro lado nos
encontramos, el término que es el signo del lenguaje que el ser humano utiliza
para comunicarse y expresarse, haciendo utilidad del primer tipo de lenguaje.
Por tanto, tenemos una acepción material y otra formal.
Sin embargo, la acepción
formal figura la palabra como tal y no a lo que se refiere. Estos conceptos a
los que se refirió Anselmo, pueden ser los sinónimos actuales de lenguaje y
meta lenguaje, a los que les llamaba significatio y apellatio.
Anselmo hace un estudio
sobre el simbolismo de una obra de la que solo se conserva una recopilación de
los discípulos, por este motivo no es claro distinguir entre lo que dijo
Anselmo en realidad y las reflexiones que hicieron sus seguidores.
Aportaciones generales
San Anselmo de Canterbury fue uno de los altos cargos de la Iglesia. Cumpliendo la función de prelado, y siendo uno de los más cultos de su tiempo. Para él, la especulación filosófica era una consecuencia de la fe. Existía la necesidad de creer en algo para luego acabar comprendiendo aquello en lo que se había creído (por ejemplo la fe en Dios).
No se debía anteponer la razón a la fe. Sin embargo no utilizar el uso de la razón era negligencia.
Para explicar la realidad utilizó la teoría universal de Platón. De este realismo platónico viene el mensaje que explica en su obra “Proslogium”. Obra en la que tenemos idea de la existencia de un ser perfecto. Entre uno de sus muchos atributos, uno que hace ser perfecto a un ser es la existencia. Por lo tanto en caso de que este ser carezca de existencia, carece de perfección. Es por ello que el ser perfecto existe.
El argumento utilizado por San Anselmo se basa en establecer una correlación entre ideas y realidad. Es por toda esta argumentación que fue bienvenido por filósofos como René Descartes y Gottrifried Wilhelm.
Aún así esta argumentación no le evitó el rechazo de filósofos como Kant. Ya que el hecho de creer que algo existe no explica su existencia. Sobretodo esto sucede al ocurrir en la mente de una persona, no en la realidad.
Algunas de sus obras destacables son “Cur Deus homo”, obra que explica la bonita doctrina de la redención a Dios. Es destacado por ser el fundador e impulsor de la teología escolástica.
Santo Tomás Aquino
(Llamado
Doctor Angélico; Roccaseca, actual Italia, 1224 - Fossanuova, id., 1274)
Teólogo y filósofo italiano. Máximo representante de la filosofía escolástica
medieval, abordó brillantemente una profunda y perdurable reformulación de la
teología cristiana, que apenas había recibido aportaciones relevantes desde los
tiempos de San Agustín de Hipona, es decir, durante los ocho siglos anteriores.
Año:
1224 - 1274
Corriente
filosófica: Escolástica o Escolasticismo
Pensamiento de Santo Tomás de
Aquino
En su pensamiento existían
dos tipos de teología: la racional o natural, que llega a Dios por
medio de la naturaleza humana, la razón; y la teología cristiana o
sobrenatural cuyo fundamento es la doctrina revelada y la fe usando la razón
para tener un orden científico.
Defendía la posibilidad del
conocimiento de Dios evitando dos extremos, uno el afirmar la
posibilidad del conocimiento de Dios y la otra el separar radicalmente a Dios
del mundo, negando con ello la posibilidad de su conocimiento racional.
Pensaba que todo ser es
finito, y por esta razón se el fundamento de sí mismo y de todo lo real, que es
Dios. Todas las criaturas tienen una composición metafísica de
esencia y frente al único ser necesario e infinito, Dios, que es la causa de
su existencia. Ofrece una visión de la realidad creada en
forma jerárquica y esta jerarquización se da dependiendo de su
cercanía para con Dios.
Aportaciones
Tomás de Aquino tuvo grandes
aportes en el campo del intelecto y abordó prácticamente todos los ámbitos
del saber. Algunos de ellos fueron los siguientes:
Restauró las nociones
aristotélicas relacionadas con el acto y la potencia, la materia y la
forma.
Mantuvo el origen de
las ideas que traemos impresas al nacer.
Unió
el aristotelismo con la autoridad católica admitiendo la
verdad y la experiencia, pero manteniendo la fe.
Sostuvo que los seres
humanos nos regimos por leyes de Dios que están en nuestra mente.
Armonizó la relación entre
la razón y la fe.
Bibliografía Consultada:
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